viernes, 10 de junio de 2016

Si vas a venir.



Si vas a venir, si vienes, no traigas contigo todo el spam, déjate en casa todo lo que no eres, ven con lo puesto, dispuesta a quitártelo, que quiero descubrirte a fondo y no tenemos tiempo para siempre. Ven solo con tu esencia, tu energía y tus ganas. Que quiero explorarte de norte a sur, perderme en algún lugar de tu cuerpo, donde sea. Disfrutar de alguna sonrisa que tengas reservada sólo para mí. Meterme de cabeza a nadar en tu mirada y ahogarme hasta que me salve alguna bocanada de aire procedente de tu boca. Escalar todo el meridiano de tu columna combatiendo el clima y acampar en tu cintura un siglo, o dos. Jugar a que esto no se acaba porque no existe el tiempo aunque no pare de correr.

Si vienes, si vas a venir, ven a conocerme al completo, sin adornos, sin aditivos, como soy. Decide indagarme entero, que al final, puede resultar que lo merezca, o que al menos valga la pena (o la alegría) intentarlo. Trae pegamento, cola, cemento o lo que quieras, que vivo aguantando mis propios pedazos y en ocasiones se me caen. No vengas a arreglarme, aunque esté roto. Ven a romperte conmigo, o en mi, y juntemos todas las piezas haciendo un nosotros. Te aseguro que si tú también estás rota no voy a quererte menos. Trae también tus lunares, que de día no hay estrellas y sin constelaciones me pierdo muy rápido. Prepara tus mejores galas y olvídalas donde nunca, jamás, las vuelvas a buscar, que no te va a volver a hacer falta ropa, que tengo un telar de besos donde hacerte a medida lo que necesites.


Si vas a venir, si de hecho vienes, ven en forma de mar, empápame de sal seca, llena de arena todos mis rincones, mis venas, mis arterias, todo mi ser.
Para que cuando te vayas, por si al final te vas, me quede al menos con la sensación de que estoy tan lleno de ti, que sólo quedaremos estas ruinas y yo, hasta que decidas volver.


Si es que vienes.

Si es que vas a venir.